Las sesiones de test con usuarios siguen el guion establecido en la fase de preparación, aunque, puesto que participan diferentes usuarios, cada sesión será diferente.
Aun así, hay que tener en cuenta unas pautas fundamentales:
Romper el hielo con el usuario
Para actuar normalmente, un usuario tiene que sentirse en un entorno de confianza. Es necesario que el evaluador le deje muy claro que no se le está poniendo a prueba a él, sino que su participación es fundamental para mejorar el producto o servicio en cuestión.
Plantear las tareas una a una
El evaluador ha de plantear las tareas una a una, dejando tiempo para que el usuario intente resolverlas. No se pasa a la siguiente tarea hasta que no finaliza la que se esté realizando.
Una tarea se puede dar por finalizada:
- Cuando el usuario llega al objetivo planteado (éxito).
- Cuando llega al que a él le parece que es el objetivo aunque en realidad no lo sea (falso éxito).
- Cuando declara que no sabe cómo resolverla después de haberlo intentado (error).
No intervenir en las acciones del usuario
El evaluador no tiene que dar pautas o explicar al usuario cómo resolver una tarea, aunque se sienta tentado a ello. El objetivo es observar cómo actúa el usuario para poder mejorar el diseño, no enseñarle a resolver problemas de un diseño deficiente.
Observar al usuario y pedirle que verbalice los pensamientos
Comprobar si el usuario puede completar con éxito una tarea es tan importante como saber cómo lo hace y cuál es su proceso de pensamiento.
Observar su gestualidad y escuchar lo que está pensando permite recoger cuestiones emocionales y saber si el usuario se encuentra cómodo o confuso, enfadado, cansado o irritado.
Hacer preguntas
El evaluador tiene que preguntar cualquier cuestión que no vea clara o sobre la que necesite más información. También debe evitar inferir o sacar deducciones personales sobre las razones por las que el usuario actúa de una manera determinada. Es mejor preguntar por exceso que por defecto.
Las preguntas tienen que ser neutras y no contener sugerencias o críticas para evitar sesgar las respuestas.
Grabar las sesiones
Para asegurar que posteriormente se podrán revisar, es muy aconsejable grabar las sesiones con una cámara de vídeo.
En el caso de proyectos digitales, hay herramientas que permiten grabar cuestiones de detalle como el movimiento del puntero (por ejemplo, Morae).
Además de la grabación, el investigador tiene que asegurarse de tomar notas de las cuestiones más relevantes. Unas buenas anotaciones ahorrarán mucho tiempo de revisión de las grabaciones.